El verdadero origen de la palabra “Odalisca” es Turco y designaba a las esclavas de los Harem sin definir sus oficios.
Pero, hay otro dato, durante el Imperio Turco- Otomano, hubo una clase de esclavas muy cotizada que se movían en los estatus más elevados de la sociedad, un privilegio que no todas podían tener. Para ser Odalisca de éste tipo se debía tener gracia y varios talentos a demás de bailar, debían ser expertas en el canto, la música, la poesía, contar cuentos y tener facilidad de expresarse verbalmente.
Se dice que al bailar las Odaliscas manejaban el viento con el velo y al ondular su cuerpo parecía comprender el comportamiento del agua, los movimientos de la cadera parecían dar fuerza a la tierra al aunarse al sonido del tambor y su actitud segura e imponente era como fuego, por esto antes se les atribuían poderes mágicos.
Era conocido que cuando las Odaliscas bailaban los invitados obsequiaban joyas y monedas, que después las mismas Odaliscas unían a su ropa como señal de agradecimiento, es de esta costumbre que surge la pañoleta que se usa hoy en día y que llamamos fajilla, también cuando alguien les obsequiaba un diamante, ellas lo ponían en su cuerpo, generalmente en el ombligo y seguían bailando.
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